Huancayo, junio de 2017.- La crianza y comercialización del cuy se ha convertido en una de las más rentables alternativas de crecimiento y competitividad para jóvenes profesionales y propietarios de pequeños fundos del Valle del Mantaro, dándole un sentido emprendedor y luchador a sus vidas.
Guillermo Molina Zamudio, presidente de la Asociación de Criadores de Cuyes del Centro – ACRICUCEN, aseguró que el futuro del país está en estos animalitos, llamados también pequeños roedores comestibles, debido a que su carne tiene cero colesterol y contiene más proteínas que otras especies.
Molina señaló que su organización fue fundada hace 12 años, pero que la crianza la hacían siguiendo moldes ancestrales.
Un grupo de veterinarios llegó a Huancayo, los capacitó y al cabo de tres años les entregó certificados como Técnicos Extensionistas en la crianza de cuyes.
Sus vidas completaron un giro de 180 grados con la llegada del proyecto Aliados, de Agro Rural, perteneciente al Ministerio de Agricultura.
El apoyo brindado por ALIADOS I y II permitió que los criadores del Valle del Mantaro construyeran galpones modernos y cuenten con un camal acreditado que garantiza la limpieza. El paso siguiente fue la compra de una Cámara de frío.
“En nuestra organización hay profesionales jóvenes, que nos capacitan y verifican la alimentación y cuidados que se les da. El cuy hará que los jóvenes que emigraron del campo a la ciudad regresen”, pronosticó.
Otra agrupación muy exitosa es la Asociación de Productores de Cuy – APROCUY- Margen Derecha, distrito de Mito, provincia de Concepción, presidida por Reden Suárez Gonzales.
Gracias al apoyo económico y técnico de Aliados, esta asociación ha pasado de 20 a 30 cuyes por familia asociada a tener 3,000 madres reproductoras, para una población de 10 mil, con ventas aseguradas en mercados y restaurantes de la región.
Según Suárez Gonzales, a ellos también los capacitaron veterinarios de la Universidad de San Marcos y aspirar a exportar los cuyes de alta calidad y valor proteico que producen.
En base a la experiencia adquirida, los productores del Valle del Mantaro han mejorado la calidad, peso y cantidad de crías, luego de seleccionar a cuyes hembras muy prolíficas para ponerlas de seis en seis en cada galpón con un macho de gran tamaño.
Molina Zamudio indicó que, con una producción promedio de 60 mil cuyes por año, sus metas a corto plazo ya han sido cumplidas y que pronto ingresarán con fuerza al gran mercado de Lima, donde el 70% de su población está compuesta por provincianos o hijos de provincianos.
“Desde el Valle del Mantaro iniciaremos una campaña para que el cuy sea el potaje de bandera, ya que es oriundo del Perú y se remonta a las épocas del imperio incaico”, anunció.
OFICINA DE IMAGEN Y COMUNICACIONES